Conocida como “El portal de Punilla” por ser la puerta de ingreso a todo el valle, Bialet Massé se encuentra a sólo 48 kilómetros de la ciudad de Córdoba. En el mapa cordobés, es uno de los parajes más tranquilos a la vera de la RN 38.
Llamada así en homenaje al abogado y médico catalán que impulsó la creación del dique San Roque, es ideal para conocer al pie de las Sierras Chicas. La consigna será visitar sus parajes naturales, museos y otros sitios emblemáticos.
No importa la época del año, disfrutar del río Cosquín en el balneario municipal es un imperdible. Ubicado a tres cuadras del área céntrica y con hermosas playitas de arena, el descanso alrededor de su pileta natural está garantizado.
Otro rincón para hacer una pausa es Barrancas Bermejas o, como solía llamársele, Labios del Indio. Por este lugar uno puede recostarse a observar cómo los pájaros encuentran su nido en los paredones de una particular formación rocosa de color rojizo. Frente a estos acantilados –originados a causa de la erosión del río–, es posible pescar o refrescarse en aguas transparentes. Se agregan las caminatas y travesías a caballo.
Uno de los íconos más representativos de Bialet Massé es el horno histórico de la fábrica La Primera Argentina.
Entre los imprescindibles de la localidad, esta construcción de fines del siglo XIX ocupa uno de los primeros puestos. Inconfundible, con el sello distintivo de su creador, el Dr. Juan Bialet Massé, es fácil de localizar sobre la ruta nacional 38, en este rincón del Valle de Punilla.
Ha sido declarado Monumento Histórico Nacional y Patrimonio Histórico Provincial. En él se producían las cales hidráulicas que sirvieron para armar el muro del dique San Roque. otras construcciones emblemáticas en Bialet Massé son el dique derivador Mal Paso, el acueducto Saldán y el edificio del Banco de la Provincia de Córdoba.
En su interior, las paredes estaban revestidas en esteatita (piedra sapo) lo que le permitía alcanzar altas temperaturas. Además, contaba con un túnel de 100 metros debajo de la rut,a para transportar la cal quemada hasta los galpones de acopio. En este sentido, vale resaltar que este modo de producción fue revolucionario para aquella época, y que el cemento generado era de excelente calidad, tanto que llegó a competir con los mejores del resto del mundo.
Sin dudas, la creación de este histórico horno fue uno de los hechos que determinaron la fundación del pueblo, y es por eso que hoy es uno de los sitios infaltables a la hora de visitar Bialet Massé. Cabe destacar que se puede conocer durante todo el año de manera autoguiada. Otra opción: hacerlo junto a un guía habilitado desde la Oficina de Turismo, de forma gratuita.
Para complementar la propuesta de naturaleza, museos y otras construcciones históricas, la Capilla San Plácido se suma al listado de atractivos que posee Bialet Massé.
En medio de un paisaje repleto de árboles y flores silvestres, esta iglesia destaca por su singular estructura de estilo neogótico y de color blanquecino. Además, se trata de la primera iglesia en todo el mundo dedicada a honrar a este santo, patrono de la oratoria y las artes.
Por último, entre otras propuestas interesantes, está el Museo del Hincha de Fútbol, único en el mundo, y el Mercado de Artesanías y Arte Popular, pegado a la Oficina de Turismo.
Fuente consultada: Córdoba Turismo
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